ENSAYO, REFLEXIÓN Y JUSTICIA: LA CORTE DE CAJAMARCA CELEBRÓ EL DÍA DEL JUEZ Y LA JUEZA CON UNA INNOVADORA BUENA PRÁCTICA

Cajamarca marca la diferencia en el Perú judicial

En una mañana cargada de simbolismo, compromiso y reflexión, la Corte Superior de Justicia de Cajamarca celebró este lunes el Día del Juez y la Jueza con una ceremonia que acaba de concluir, y que quedará registrada como una de las más memorables del sistema judicial peruano.

Más que un acto protocolar, esta conmemoración se transformó en una experiencia de profunda identidad institucional gracias a la implementación de una buena práctica judicial pionera: el I Concurso de Ensayos “La labor del juez y su impacto social”, que convirtió la ceremonia en un espacio de pensamiento, memoria y reconocimiento.

La jornada comenzó a las 9:00 a.m. con una Misa y Te Deum en la Iglesia Catedral de Cajamarca, un momento de agradecimiento colectivo por la vocación de magistradas y magistrados que, día a día, dan vida al servicio de la justicia en el país.

A partir de las 10:20 a.m., el acto central se desarrolló en el Patio de Honor de la Corte, con el mensaje del presidente de la Corte, Ricardo Sáenz Pascual, quien remarcó la importancia de humanizar la función jurisdiccional y acercarla a las realidades de los pueblos.

Con un mensaje desde el corazón del territorio: “¡Con todo y jueza vamos, aunque el lugar sea un aquisito!”

Uno de los momentos más conmovedores fue el Discurso de Orden, a cargo de la Dra. Paquita Gimena Bringas Cervera, jueza del Juzgado de Investigación Preparatoria de Celendín, cuya participación no fue por designación, sino por mérito, al haber ganado el concurso de ensayos convocado por esta Corte.

En su intervención, la Dra. Bringas compartió una serie de experiencias que dan cuenta de cómo la labor judicial trasciende lo técnico y se convierte en un acto de presencia viva. Uno de los relatos que más resonó entre los asistentes fue su intervención en un caso de hábeas corpus en una zona rural, donde se le dijo insistentemente que el lugar estaba “aquisito”. Sin embargo, tras horas de camino —primero en carro, luego a pie— entendió que ese “aquisito” no era una referencia geográfica, sino una metáfora del compromiso que exige ser juez en el Perú: llegar hasta donde nadie más llega.

“Con todo y jueza vamos, aunque el lugar sea un aquisito”, dijo al final de su discurso, en una frase que desató una ovación espontánea y emocionada. Su testimonio no solo reflejó valor, empatía y vocación de servicio, sino también la importancia de la justicia con rostro humano, que se construye en campo, no solo desde el escritorio.

Reflexiones en video: la justicia se escribe y se siente
La ceremonia continuó con la proyección de dos videos institucionales que recogieron los ensayos que ocuparon el segundo y tercer lugar:
“Empatía y juez”, del magistrado Richard Abanto Rodríguez

“Humanamente juez”, del juez James Brad Huamán Pérez
Ambos trabajos fueron reconocidos con medallas y placas recordatorias, resaltando la importancia de promover una judicatura que también se exprese desde la palabra, la sensibilidad y el pensamiento crítico.

Reconocimiento y cierre cerca del mediodía, el acto conmemorativo fue clausurado con palabras de reconocimiento y un profundo agradecimiento a todos los jueces y juezas del distrito judicial de Cajamarca. Se entregaron placas recordatorias a los tres finalistas del concurso y se celebró una jornada que no solo rindió homenaje, sino que dejó una huella emocional y reflexiva en todos los presentes.

Cajamarca: justicia que piensa, camina y transforma
Con esta iniciativa, la Corte Superior de Justicia de Cajamarca se consolida como un referente nacional en buenas prácticas judiciales. La inclusión de un concurso de ensayos como eje central de la ceremonia por el Día del Juez y la Jueza demuestra que es posible rendir homenaje con contenido, reflexión y profundidad.

Aquí, en la tierra del Cumbe, la justicia no se dicta desde lejos. Aquí, la justicia camina aquisito, en cada paso de sus jueces y juezas, que hacen sentir a las comunidades que no están solas, porque la ley también sube cerros y cruza quebradas.